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TERAPEUTAS BIOMAGNETICOS: ¿HEREJES O PIONEROS?

TERAPEUTAS BIOMAGNETICOS: ¿HEREJES O PIONEROS?

 

TERAPEUTAS BIOMAGNETICOS: ¿HEREJES O PIONEROS?
Roberta Tassi
Presentación
“Toda verdad empieza como herejía y termina como ortodoxia”
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La historia del pensamiento científico occidental y el largo camino de la investigación científica fuerontrazados por grandes “herejes” cuyas teorías, al final, se demostraron correctas. Aquéllos que un tiempo

fueron considerados locos por sus tesis, son los que han cambiado el mundo. Así fue ayer, así sigue siendo

hoy. Así sucedió con cada gran innovación que transformó la vida de nuestro planeta. Un tiempo esas per-

sonas eran torturadas, quemadas o, en el mejor de los casos, excomulgadas. Hoy en día, simplemente no

ascienden, pierden su trabajo, su prestigio, su cátedra universitaria o su candidatura al Premio Nobel. Pero

esos “herejes” siguen teniendo el valor de ir contracorriente y son los únicos que contribuyen al progreso de

la ciencia, al contrario de los ortodoxos petrificados en sus dogmas. Mientras que el término hereje tiene

una acepción negativa y un aura perturbadora, en cambio, la palabra pionero da la idea de un héroe bueno y

noble que antes que todos los demás, toma un camino que nadie había tomado, que tiene ideas o pensamien-

tos extravagantes y anticonformistas que no encajan con el sentir general pero que son, además de novedo-

sos, funcionales al entorno y eficaces en su momento, que inventa aparatos sui generis que resultan útiles

para mejorar las condiciones de vida de su comunidad, en fin, se salen del orden preestablecido. La línea

que separa al pionero del hereje es muy sutil, depende de la época histórica, de la fe religiosa, del interés o

desinterés económico que suscita y, finalmente, pero no por eso menos importante, del sentido común de la

sociedad en que vive: es una lástima que muchas veces el sentido común sea el menos común de los sentidos.

Introducción
Con este trabajo se pretende únicamente demostrar que los terapeutas que aplican el Biomagnetismo Médi-co, al igual que los que practican muchas otras técnicas curativas no convencionales, no son enemigos de la

Medicina Oficial, al contrario, lo que desean es complementar los conocimientos de ésta con ideas y méto-

dos innovadores para lograr la salud plena de los pacientes no sólo aliviando sus síntomas, sino también

rescatando su integridad físico-psíquica.

   ¿Quién dice que el único camino que conduce a la salud del ser humano es la Medicina Convencional?¿Es ésta la Verdad Médica Absoluta?
  Un famoso dicho italiano reza: “Todos los caminos conducen a Roma”, entonces, ¿por qué no puede afir-marse: todos los caminos terapéuticos –serios- contribuyen a conseguir la salud del paciente?
   Lo importante es el resultado, y bien lo sabían los antiguos al afirmar que “Médico no es médico, médi-co es el que cura”, independientemente de sus diplomas, métodos y … honorarios.
Síntesis histórica del magnetismo
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Huxley, A.L., 1995, La Filosofia Perenne, Editorial Adelphi, Italia.

 

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El origen de la noción de magnetismo es muy antiguo, se remonta a más de 3500 años, en plena Edad delHierro, en Egipto, China y la India. Entonces ya se había descubierto que una piedra especial, la magnetita o

imán natural, atraía las limaduras de hierro e incluso se adhería a los objetos de este metal.

   El naturalista romano Plinio el Viejo (23-79 d.C.) trasmitió la interpretación de Nicanor de Colofón (si-glo II a C.), según la cual, el nombre de magnetita procedía de un cierto pastor llamado Magnes que llevan-

do su rebaño a pastar, observó la atracción que el suelo rico en este mineral ejercía sobre las partes de hierro

de sus botas y bastón. Al remover la tierra para encontrar la causa del fenómeno, descubrió una piedra con

la muy extraña propiedad de atraer el hierro.

    Aristóteles escribía que el filósofo, matemático y científico Tales de Mileto (624-548 a C.), uno de los»siete sabios de Grecia» mencionaba una piedra mineral que tenía la propiedad de atraer el hierro. Platón

dijo que Sócrates afirmaba ya las propiedades de los anillos magnéticos. También cuenta la leyenda que

Cleopatra solía llevar una tiara de imanes sobre la frente para retrasar el proceso de envejecimiento y con-

servar su belleza.

    En el siglo II, el célebre médico griego Galeno recomendaba el empleo de imanes para tratar diversostrastornos dolorosos. En el siglo IV, Marcel, filósofo y médico francés, aconsejaba llevar un imán alrededor

del cuello para aliviar los dolores de cabeza. En el siglo VI, Alejandro de Tralles utilizaba imanes para

tratar dolores articulares.

   Después, durante el siglo X, el médico islámico Ibn Sina, también conocido como Avicena, afirmó queera capaz de tratar la depresión mediante la terapia magnética. Alrededor del año 1000, un médico persa

documentó la utilización de imanes para aliviar dolencias como la gota y los espasmos musculares.

   Cuando muchos siglos después, a comienzos de la Edad Media, la magnetita fue conocida por los alqui-mistas europeos, la llamaron «piedra imán» y al igual que en la antigüedad se le atribuyeron propiedades

muy peculiares, se suponía que proporcionaba vigor, alivio del dolor, salud y que detenía los procesos de

envejecimiento, entre otras.

    Hasta después de los estudios y observaciones del italiano Galileo Galilei y su confirmación experimen-tal con el viaje de Fernando de Magallanes alrededor del mundo, no se admitió generalmente que la Tierra

fuera redonda, que girara en el espacio y que, por lo tanto, tuviera un eje de rotación cuyos extremos son los

polos terrestres. Esta nueva concepción de la Tierra y los progresos científicos que se produjeron en los

cuatro siglos siguientes, sobre todo en el campo de la física, llevaron a los científicos a considerar la Tierra

como un gigantesco imán con sus respectivos polos magnéticos, en el norte y en el sur. Mientras tanto, los

estudios sobre las propiedades de los imanes continuaban y en el siglo XVI, el químico y médico suizo Phi-

lippus Aureolus Paracelse (1493-1541) utilizó los imanes en múltiples procesos inflamatorios del cuerpo

humano.

    El estudio experimental del magnetismo fue conocido en el mundo por la publicación en 1600 del libro»De Magnete» de William Gilbert, médico de la Reina Isabel I. En el libro se relataba el descubrimiento

experimental en que se basaba -la declinación de la aguja imantada- que había sido advertido ya por Hart-

mann en 1544 y estudiada en detalle por Roberto Norman (1590), marinero, constructor de brújulas y uno

de los primeros científicos que no pertenecía a la nobleza y carecía de cultura. “De Magnete» es un gran

libro y una exposición de la nueva actitud científica; el inglés Gilbert no se limitó a los experimentos, esbo-

zó a partir de ellos, nuevas ideas generales. La más sorprendente fue la de que los planetas se mantenían en

sus órbitas gracias a la fuerza magnética de atracción. Se trataba de la primera aplicación plausible física y

completamente desmitificada de la ordenación de los cielos. Ello facilitó a Newton la argumentación contra los

científicos de su época que sólo podían concebir la fuerza como impulso de cuerpos materiales en contacto.

   En 1777 la Real Sociedad Francesa de Medicina examinó los estudios sobre curación magnética realiza-dos por el abad francés Le Noble. Sus informes sobre los efectos de los tratamientos magnéticos fueron tan

 

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favorables que concluyeron que el imán parecía destinado a desempeñar un papel tan importante en la prác-tica y la teoría médicas como el que estaba comenzando a tener en el campo de la física experimental.
   El físico inglés Michael Faraday, en el siglo XIX demostró el comportamiento de un imán alrededor deuna corriente. Fue el fundador del biomagnetismo y la magnetoquímica. Confirmó que toda la materia es

magnética, es decir, la materia es atraída o repelida por un campo magnético.

    El médico alemán Frederik Franz Antón Mesmer (1734-1815) afirmó que las propiedades del imán natu-ral eran un remedio para todas las enfermedades y creía que todos los seres animados estaban dotados de

una fuerza semejante, capaz de producir curaciones en los órganos a los que se aplicara. A esta teoría tera-

péutica se le llamó «mesmerismo» en su honor. Las tesis de Mesmer se asemejaban mucho a las de Paracel-

se. Los dos afirmaban la existencia de un fluido magnético o una fuerza de la naturaleza invisible entre el

cielo y la Tierra, y que dicha fuerza magnética podía curar y proporcionar energía a los seres vivos. Mes-

mer denominó esta fuerza «magnetismo animal» para distinguirlo de la limaduras de hierro o «ferromagne-

tismo».

    En 1785, el físico francés Carlos Agustín Coulomb estableció con gran precisión la ley sobre la atraccióno la repulsión entre dos polos magnéticos con cargas diferente o igual, revolucionando los conceptos de

electricidad y magnetismo de su época. Posteriormente, el también francés André Marie Ampère y su cola-

borador Dominique Arago demostraron que las agujas de acero se magnetizaban al colocarse dentro de un

alambre circular con conducción eléctrica. Éste fue el preludio para que se construyera, en 1825, el primer

«electromagneto», así llamado por William Sturgeon.

    A mediados de 1800, otro francés, el famoso químico Louis Pasteur, quien desarrolló un tratamiento co-ntra la rabia, así como el proceso de esterilización de la leche (“pasteurización”), documentó los descubri-

mientos que había realizado en relación con los efectos magnéticos en el proceso fermentativo alcohólico

colocando un imán cerca de un recipiente de fermentación.79

   En aquella misma época Christian-Friedrich Samuel Hahnemann, médico alemán creador de la homeo-patía, también experimentó con los imanes para fines terapéuticos y acabó defendiendo su uso para tratar un

gran número de trastornos físicos.

    El mayor sostenedor de la terapia magnética durante la segunda mitad del siglo XIX fue el doctor C. J.Thacher. Este médico norteamericano explicaba que la energía de la vida provenía de la fuerza magnética

del sol y era conducida a través de la sangre debido a su alto contenido en hierro. Aproximadamente un

siglo después, en 1954, el también estadounidense Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química por

sus descubrimientos sobre las propiedades magnéticas de la hemoglobina, sustancia presente en la sangre

que contiene partículas de dicho metal.

    En 1873 James Clerk Maxwell publicó «Los campos eléctricos y magnéticos». En su obra el físico esco-cés señaló que los campos eléctricos y magnéticos al variar en el tiempo, generan ondas de energía que se

propagan en el espacio con la velocidad de la luz. Este conocimiento demostró que la luz es un fenómeno

electromagnético. Según Maxwell, la tierra era un gigantesco imán natural de 0,5 Gauss promedio, por

ende, transmitía energía magnética a todos los organismos vivientes humanos, animales y vegetales. Por lo

tanto, el desarrollo de la vida estaría indisolublemente ligado a las radiaciones magnéticas. Muchos cientí-

ficos se inspiraron en sus trabajos en los años que siguieron: Röentgen, Curie, Rutherford, Plank y Einstein,

entre otros.80

   En los años 40 del siglo pasado, la curiosidad científica encaminó al cardiólogo mexicano Demetrio SodiPallares hacia horizontes curativos más amplios y, aplicando sus conocimientos de bioquímica, desentrañó
79
80
Palermoonline, 2004, Breve Historia del Biomagnetismo, Argentina, sitio InternetRevistas Médicas Cubanas, año 2002, Medicina General Integral, Cuba, pág. 60-62.

 

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la importancia del movimiento del sodio y del potasio a través de la membrana celular y su influencia deci-siva en la conservación y producción de energía dentro de las células. Para mejorar la salud de sus pacien-

tes cardiopáticos, el Dr. Sodi Pallares aplicaba una dieta baja en sodio y rica en potasio, además de una

solución polarizante y campos magnéticos, tres factores que, según su experiencia, ayudaban a sintetizar la

Adenosina Trifosfato, el transportador universal de energía del cuerpo humano.81

    En los años 70, el Dr. Richard Broehringmeyer descubrió que un campo magnético podía detectar las al-teraciones del potencial de Hidrógeno (pH) de los órganos internos de los seres humanos, de manera indire-

cta y cualitativa y logró la medición de sus respectivos polos. De hecho, se trató del descubrimiento de un

campo biomagnético, aunque no atribuyó valor terapéutico a su despolarización.

  Capítulo especial merecen los estudios, descubrimientos y experiencias sobre biomagnetismo del insignemédico mexicano Isaac Goiz Durán.
El Biomagnetismo del Dr. Isaac Goiz Durán
El descubrimiento sobre el biomagnetismo del Dr. Isaac Goiz fue mucho más allá de lo que anteriormentese conocía como magnetoterapia. Con este sistema terapéutico se vino a confirmar la dualidad, física, bio-

lógica y energética de los organismos vivos y de sus manifestaciones tanto de salud como de enfermedad, es

decir que las expresiones patológicas y patogénicas se forman a partir de polos bien definidos -positivo y

negativo- que, al registrar alteraciones fundamentales del pH de los órganos internos, se salen de la entropía

orgánica en donde se establece como ley natural, la salud.

    El concepto de PAR BIOMAGNETICO revolucionó las teorías fisiopatológicas, al entender que las en-fermedades virales y bacterianas están en estrecha relación, y que las primeras condicionan recíprocamente

a las segundas y son simultáneas tanto en su génesis como en su presencia morbosa y también en sus conse-

cuencias finales, o sea, en los procesos degenerativos irreversibles. El Dr. Goiz intuyó que entre ambos

focos de virus y bacterias se establecía una comunicación a distancia, en forma de ondas electromagnéticas,

conocida como bioresonancia magnética, que permite la retroalimentación energética entre dichos microor-

ganismos, los que se potencian en su virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del siste-

ma inmunológico. El descubrimiento del primer Par Biomagnético en 1988 (el del VIH/SIDA) marcó un

criterio totalmente nuevo dentro del mismo biomagnetismo y de la medicina en general, al comprobar que

las cargas biomagnéticas presentan una resonancia vibracional energética entre sí. 82

    Como es sabido, dentro de los procesos físico-químicos de la materia orgánica, el átomo de hidrógeno seencarga de asociar a otros átomos y de mantener dicha asociación estable, con un equilibrio de cargas posi-

tivas y negativas, definiendo con ello las propiedades ácido-básicas, toda vez que el elemento hidrógeno

actúa en los dos sentidos, electronegativo y, cuando actúa como ion, electropositivo. Este equilibrio cinéti-

co de cargas permitió al Dr. Goiz entender el concepto fundamental de neutralidad energética y que, aunque

con diferente polaridad, no interfiere con los procesos vitales de la homeostasis celular u orgánica, mientras

esté en resonancia bioenergética.

    Las disfunciones en los órganos distorsionados en su pH, fueron equilibrados con el fenómeno de despo-larización, aplicando un campo magnético –superior a 1,000 GAUSS- mediante el enfrentamiento de cargas

de la misma polaridad a la del campo bioenergético presente en el organismo. El Dr. Goiz comprobó que

en el polo positivo se establecía una acidosis del órgano afectado, con acortamiento de materia y disminu-

ción en sus dimensiones con posteriores procesos degenerativos. En el polo negativo ocurrían fenómenos

81
   Revista Salud Pública de México, 2004, In Memoriam, Semblanza de un Científico, México, sitio Internet, Vol.1, pág.89-91.

82Goiz Durán, I., 1995, El Par Biomagnético, Editorial Medicinas Alternativas y Rehabilitación, S.A. de C.V., México.

 

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semejantes pero de polaridad contraria, con una alcalosis del órgano, distensión de materia, flogosis y ede-ma. Después se presentaban la disfunción del órgano y procesos degenerativos. Aun cuando las conse-

cuencias finales de ambos polos eran las mismas, en el caso de los polos biomagnéticos con polaridad

positiva la degeneración resultaba de tipo retráctil y cicatricial y en el segundo, de lisis y dispersión tisutal.

    Al conseguir a través del tratamiento biomagnético el equilibrio energético, logró el proceso curativocon el reestablecimiento de un pH óptimo para la salud y cuya alteración se debía a la presencia de microor-

ganismos patógenos. El Dr. Goiz afirmó y sigue afirmando que en función de la existencia simultánea de

varios microorganismos en el cuerpo humano, pueden presentarse enfermedades graves o complejas, cuya

etiología escapa al entender del médico alópata quien sólo puede comprobar sus manifestaciones y síntomas

al ignorar, en la mayoría de los casos, sus verdaderas causas. Si se enfocaran las enfermedades desde el

punto de vista biomagnético, la “lectura” de las patologías sería más sencilla, eficaz y económica. Éstas

podrían detectarse oportunamente, aún antes de su fase latente o bien, una vez que se hayan manifestado,

podrían tratarse resolviendo el problema en el punto de origen y no en el del síntoma, sin producir yatroge-

nia, ni efectos colaterales indeseables. 83

    Una vez reequilibrado el pH, y en función de la agresividad de los microorganismos localizados con elBiomagnetismo, lo que sí puede hacer muy bien la alopatía es acelerar el proceso de curación del paciente a

través del suministro de medicamentos sintomáticos y ad hoc enfocados a la enfermedad-infección detecta-

da etiológicamente.

   El problema es que la alopatía no quiere, no puede ser espectadora en la curación ni ser relegada al papelde asistente en el rubro sanitario, pues en la actualidad la mayoría de las investigaciones y terapias médicas

convencionales, son solventadas directa o indirectamente por los grandes empresas transnacionales farma-

céuticas que apoyan la búsqueda de nuevos fármacos para el tratamiento de las enfermedades, reduciendo el

problema “salud” a una mera cuestión económica.

   Desafortunadamente, la sociedad actual se basa en el criterio imperante “Lo que no cuesta, no vale…” yel Biomagnetismo prácticamente no cuesta para los pacientes, ya que dicho sistema no utiliza la clásica y

costosa serie de análisis solicitados por el médico alópata previo al supuesto diagnóstico, “acortando” cami-

no al llegar directamente a la etiología de la enfermedad.

Algunos herejes en la historia de la humanidad
A la mejor no se tiene conciencia plena de que, a lo largo de los siglos, en muchas ocasiones la ciencia ofi-cial y los prejuicios coincidieron formando un “par” terrible. Sin embargo, existieron y siguen existiendo

algunos seres humanos capaces de liberar su mente de los dogmas oficiales e ir contracorriente para seguir

sus ideas. En el mejor de los casos, se les ha llamado extravagantes y anticonformistas, en el peor y más

recurrente, herejes.

   Sin embargo, debe quedar claro que ser una minoría no significa automáticamente estar equivocados.En su momento los que pensaron que la Tierra era redonda, representaron una minoría con alto riesgo de ser

excomulgados o matados por atentar contra el orden preestablecido y la inviolabilidad del estatus quo. En

cualquier momento de la historia del hombre, el no alinearse, no conformarse, no homologarse siempre

resultó peligroso, inclusive en la ciencia.

   “Si tuviéramos que basarnos en la imparcialidad de los científicos, la ciencia sería totalmente imposi-ble”, sostenía el filósofo vienés Karl Popper 84. En casi todo los campos del conocimiento, las grandes in-

novaciones fueron el resultado de arduas luchas, litigios e incomprensiones entre “genios heréticos” con sus

83
84
Córdova, S., 2004, Curar con Imanes: la Asombrosa Terapia del Biomagnetismo, Centro Ohani, Chile, sitio Internet.Popper, K., 1944, The Poverty of Histoicism, Reino Unido.

 

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verdades adelantadas y sus adelantos de verdad y “científicos normales” cuyos conocimientos, en muchasocasiones, pulularon de errores, intolerancias y engaños. Lo bueno es que, a pesar de todo y de todos, nada

y nadie han podido frenar los pensamientos novedosos que por su naturaleza audaz, revolucionan y hacen

vacilar el pensamiento científico tradicional. Éste ultimo ¿habrá indicado el camino mejor o nos habrá des-

viado del camino? Si bien es cierto que en la ciencia lo que cuenta son los datos, también es cierto que un

sinnúmero de datos no se convierte necesariamente en ciencia.

    La historia debería haber enseñado que a pesar de la evidencia de hechos concretos, los nuevos modelossiempre fueron objeto de boicoteo. La teoría de la gravitación universal de Newton, por ejemplo, que al

principio no fue aceptada, tuvo su posterior reconocimiento y aportó muchos progresos científicos. El ver-

dadero problema es que a menudo los modelos mentales se fosilizan volviéndose patrimonio cultural into-

cable de una determinada generación, y cualquier innovación se percibe como un ataque destructivo contra

el sistema. El físico alemán Max Planck decía: “En muy pocas ocasiones una innovación científica relevan-

te logró difundirse con poder de convencimiento propio y con conversión de sus opositores. En general lo

que ocurre es que los opositores desaparecen gradualmente y las nuevas generaciones se familiarizan con

una determinada idea desde su infancia”.85

   Ideas extravagantes, tesis no convencionales, interpretaciones originales y posiciones disidentes nuncadeberían considerarse elementos de oposición al sistema, sino oportunidades realmente valiosas para dar

nuevos aires a la ciencia en todos sus campos. Debería imperar el criterio de una ósmosis atenta y fecunda

entre el saber y el conocimiento, recordando que los grandes progresos de la humanidad son resultado tanto

de su espíritu investigador como de su sentido crítico.

    La ciencia que boicoteó, obstaculizó, denigró y persiguió a los “herejes” científicos del pasado es la queahora respeta y reconoce el valor y aportes de sus ideas novedosas, perpetrando contra los nuevos innovado-

res el mismo trato despectivo del pasado, aduciendo con soberbia ser dueña de la verdad.

   Desde la condena de Galileo por el inquisidor Papa Urbano VIII, en el siglo XVII, pasando por el escor-buto, la pelagra, el beri-beri, la fiebre del legionario, y llegando al VIH/SIDA, se ha comprobado univer-

salmente que a veces los científicos se equivocan y dogmatizan para justificar sus errores y ocultar sus

miedos. Y cuando se asocian dogmas científicos con grandes intereses económicos, quien paga es la salud

humana.

   A manera de relato, se enlistan algunos grandes científicos del pasado que estuvieron inscritos en el “li-bro negro” de la incredulidad, la sospecha y la denigración académicas de su época:
    Aristarco de Samo (310-230 a.C.) fue un genial filósofo y científico griego quien sostuvo la teoría de larevolución de la tierra alrededor del sol, en contra del posterior planteamiento heliocéntrico del polaco Ni-

colás Copérnico. Fue inmediatamente acusado de hereje, ya que con su tesis habría alterado el descanso de

la diosa Estia, quien residía en el centro de la tierra.

   En el siglo XVI Philippus A. Paracelse curaba basándose en la ley de los semejantes. Suministraba elé-boro a los pacientes que presentaban diarrea, sustancia que suele agudizar dicho fenómeno. Precursor de la

homeopatía, daba dosis muy bajas de medicamentos, hasta la vigésima parte de una gota.

   El belga Andreas Vesalius (1514-1564) fue considerado el fundador de la anatomía moderna. Su granpreparación, aunada a una innata intuición, le hizo detectar errores cometidos por Galién y llegó hasta a

dudar de la teoría galénica de las cavidades ventriculares del corazón humano.

   Se debe al francés Ambroise Paré (1510-1590) la auténtica revolución quirúrgica de la ligadura de losvasos sanguíneos en las amputaciones y heridas en lugar de la cauterización con aceite y hierro candentes.

Por su costumbre de coser las heridas, se le llamó “el pequeño sastre”.

85
Planck, M., 1925, A Survey of Phisics, Alemania.

 

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   El primer tratado de cirugía plástica fue escrito por Gaspar Tagliacozzi (1545-1599). Este médico italia-no fue el pionero en el trasplante de piel humana y de injerto óseo en cabeza con hueso de perro. Su obra

fue considerada una auténtica herejía y una ofensa a la Iglesia Católica.

    También otro italiano, Galileo Galilei (1564-1642), atrajo la ira cristiana al reafirmar que la tierra girabaalrededor del sol y no viceversa, teoría ya sostenida por Copérnico. Fue obligado a abjurar su tesis públi-

camente; no obstante, se hizo famosa la frase que solía murmurar “a pesar de todo, se mueve (la tierra)”.

    Se debe al Dr. William Harvey (1578-1657), excelente fisiólogo inglés, el descubrimiento de la circula-ción de la sangre, venosa y arterial, ya intuida por el médico español Miguel Server en 1500 y, anteriormen-

te (siglo XIII) por el médico árabe al-Quarashi. Harvey entendió igualmente la función de las válvulas

cardiacas. Sus teorías fueron consideradas tan extravagantes que nadie las entendió ni mucho menos aceptó;

parecía horrible que la misma sangre circulara y recorriera el cuerpo humano. A posteriori, se consideró el

descubrimiento más importante en relación con el cuerpo humano y sobre sus teorías de fisiopatología y

sobre las de anatomía de Vesalius, se basa en la actualidad la medicina moderna.

   Anthony van Leeuwenhoek, naturalista y científico holandés (1632-1723) fue pionero en el estudio de labiología microscópica. Gracias a la fabricación de microscopios pudo acercarse al mundo “invisible” de la

bacteriología y la hematología, siendo el primero en diseñar las bacterias y describir los glóbulos rojos.

También fue el descubridor de los espermatozoides a los que llamó homunculi, intuyendo su papel funda-

mental en la reproducción que sólo hasta 1875 –con el Dr. Herwig- serán considerados parte fundamental

del proceso de fecundación.

   Al afirmar que los meteoritos caían del cielo, el vienés Franz Guzmán (1741-1806) fue considerado loco.Fue sólo hasta 1908 cuando un meteorito cayó en Tunguska, Siberia destruyendo 2,000 metros cuadrados de

bosques, que los científicos austriacos cambiaron de idea y aceptaron su teoría.

    “Similia similibus curantur” (lo semejante cura lo semejante) es la frase célebre de Christian-SamuelFriedrich Hahnemann (1755-1843) que encierra su teoría sobre la ley de similitud. Al igual que Paracelse,

él afirmaba que las enfermedades tenían que curarse con diluciones infinitesimales de sustancia que provo-

cara en un cuerpo humano sano una reacción similar a la sintomatología clásica de la propia enfermedad. A

partir de ese momento, nació la Homeopatía. En la historia del pensamiento médico occidental, el alemán

Hahnemann fue el primero que rompió con los preceptos de los fundamentos científicos y metodológicos de

la medicina y que vio al enfermo en su conjunto: mente, cuerpo y medio ambiente. Como todos los innova-

dores, fue criticado grandemente y combatido por sus contemporáneos. Cabe constatar que 200 años más

tarde, no sólo la homeopatía sigue existiendo sino que, no obstante todos sus detractores, está progresando

constantemente.

    El nombre de Edward Jenner (1749-1823) está ligado indisolublemente a la vacuna contra la viruela.Este médico inglés fue el primero en observar que los sujetos infectados por la viruela de origen vacuno,

presentaban manifestaciones muy leves y que una vez superada la misma, quedaban inmunizados de la vi-

ruela humana. Por tanto, su sistema se basó precisamente en inyectar pus vacuno de viruela en el humano

para lograr su inmunización definitiva de esta pandemia. La comunidad científica lo obstaculizó fuertemen-

te y le prohibió seguir con sus prácticas ya que “al adelantarse a la naturaleza, impedía su desarrollo nor-

mal”. Fue gracias a Jenner –quien no había intuido que la viruela se debía a la presencia de

microorganismos vivos- que dos décadas después Koch y Pasteur descubrieron la etiología de la tuberculo-

sis y la rabia.

   El estetoscopio, instrumento médico de fundamental importancia e uso cotidiano en la detección de en-fermedades coronáricas y pulmonares, se debe a la genial intuición del francés René Theophile Hyacinthe

Laennec (1781-1826). Gracias a los sonidos torácicos que pudo auscultar a través de este aparato inventado

por él, supo detectar las alteraciones anatomo-patológicas que las determinaban, distinguiendo y clasifican-

do muchas enfermedades de los pulmones y del corazón. Laennec, el doctor “treinta y tres”…

 

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   Mathias Jacob Schleiden (1804-1881), holandés de profesión botánico e histólogo, demostró con la lla-mada “teoría celular” que los tejidos animales y vegetales se constituyen de células y que su crecimiento se

debía a modificaciones en el núcleo de éstas.

   Charles Darwin (1809-1882), británico, escribió el célebre libro “Sobre el origen de la especie” cuyotexto fue muy cuestionado por su contenido antirreligioso que contrastaba con los preceptos bíblicos de la

Creación. Darwin demostró que toda especie animal es el resultado de un largo proceso de selección y evo-

lución, determinado ya sea por la lucha por la vida o por circunstancias ambientales o causadas por el hom-

bre.

    La teoría celular moderna se debe a Theodor Schwann (1810-1881) quien junto con otro alemán, Schlei-den, sostuvo que el fenómeno de la fermentación se debía a la presencia y acción de microorganismos, en

contraposición con von Liebig quien afirmaba que dicho proceso era de origen meramente químico, es de-

cir, se daba por disolución. Schwann estudió por largo tiempo el aparato digestivo llegando a la conclusión

de que la digestión se daba gracias a la presencia de un fermento que llamó pepsina. También a él se debe

el descubrimiento de la protección mielínica nerviosa, que hasta la fecha lleva su nombre.

    Julius Robert Mayer (1814-1878) decía: “la energía se conserva”. Médico de la Marina Militar alemana,sus aseveraciones no fueron tomadas en consideración por no ser físico oficialmente reconocido. Sus estu-

dios sobre termodinámica fueron retomados por otro alemán, Rudolf Julios Clausius quien logró demostrar

la validez de su teoría.

    El primer “Médico sin fronteras” fue el italiano Ferdinando Palasciano (1815-1891). Durante la batallacontra los Borbones de 1848 en la ciudad siciliana de Messina, declaró que como médico podía y tenía que

curar a todos los heridos sin importar su procedencia. Al propiciar la neutralidad de los heridos en tiempo

de guerra, se considera a Palasciano como uno de los principales inspiradores de la Cruz Roja Internacional

y la Convención de Viena.

    Ignaz Philipp Semmelweis (1818-1865). Gracias a la higiene impuesta en el quirófano por este jovenginecólogo húngaro, a este médico de las manos limpias se le conoce como al “salvador de las madres”. La

grave conclusión a la que llegó como consecuencia de la altísima tasa de mortandad en mujeres que daban a

luz, fue que era precisamente el médico el foco de transmisión de infecciones puerperales. Si bien empírica,

su observación fue acertada; en el siglo XIX los médicos no usaban guantes y pasaban de la sala de autopsia

a la de parto sin lavarse las manos. A pesar de que recomendó el uso de guantes, la desinfectación de ma-

nos, la limpieza del lecho de las parturientas y sus inmediatos alrededores, sus consejos no fueron tomados

en cuenta, fue aislado del ambiente médico e internado en un manicomio donde falleció por una infección

como consecuencia de una herida. Qué curioso destino…

    A Gregor Johann Mendel (1822-1884) se deben las leyes de hereditariedad. Sus estudios botánicos so-bre los fenómenos hereditarios de las especies –particularmente a través de experimentos con chícharos- le

permitió elaborar tres leyes sobre la transmisión de caracteres de una generación a otra. Las investigaciones

y teorías del padre de la genética pasaron totalmente inadvertidas en la comunidad científica austriaca y será

hasta inicios de 1900 cuando botánicos de otros países lleguen por su propia cuenta, a las mismas conclu-

siones de Mendel en la materia.

    El francés Louis Pasteur (1822-1895) enfocó todos sus estudios de química y microbiología para demos-trar que las enfermedades eran causadas por microorganismos. Considerado el fundador de la bacteriología

científica, pasó a la historia por haber descubierto la vacuna contra la rabia y un procedimiento especial para

la esterilización de alimentos: la “pasteurización”. Fue ampliamente atacado por von Liebig quien no acep-

taba que los microorganismos pudieran intervenir en los procesos de fermentación, así como por la comuni-

dad científica por no creer que las bacterias pudieran causar enfermedades infecciosas.

 

350
Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
    El cirujano escocés Joseph Lister (1827-1912) fue el autor del más importante texto sobre métodos anti-sépticos en medicina. Después de Semmelweis y Pasteur, pensó que se tenían que usar sustancias químicas

que, sin dañar los tejidos orgánicos, tuviesen un alto poder destructivo contra los microorganismos respon-

sables de las infecciones quirúrgicas. El ácido fenico respondió a dichos requisitos y fue amplia y genero-

samente usado en la cirugía, aunado a la limpieza rigurosa de los quirófanos y la esterilización de los

instrumentos quirúrgicos. Después de batas negras, manchadas de sangre, ojales usados para detener hilos

de sutura, manos sucias y olor a carne putrefacta, la imagen del cirujano paulatinamente fue cambiando:

batas blancas, olor a fenol, limpieza.

    Fue un médico italiano, el fisiopatólogo pulmonar Carlo Forlanini (1947-1918) quien inventó el neumo-tórax respiratorio para el tratamiento de la tuberculosis, que fue aceptado hasta después de varias décadas de

su creación.

   Robert Koch (1843-1910) identificó el bacilo de la tuberculosis que hasta la fecha lleva su nombre. Mé-dico y bacteriólogo alemán inició estudiando el bacilo ántrax, enfermedad típica en los animales, y compro-

bó que ésta podía transmitirse al humano. Aunque en 1905 le fue otorgado el Premio Nobel de Medicina

por sus descubrimientos sobre la tuberculosis, Koch tuvo que luchar arduamente para que la comunidad

científica aceptara sus teorías.

   Raymond Dart (1893-1988), profesor de anatomía de Johannesburgo, en 1924 descubrió en Sudráfrica elcráneo de un primate fósil cuyas características –sobre todo la columna vertebral- lo convencieron de su

postura erecta. Pensó que éste era el “eslabón faltante” en la evolución del mono al hombre. Nadie dio

crédito al “Australopithecus africanus” ya que la versión oficial más acreditada, decía que el origen del

hombre tenía que buscarse en Asia y no en África.86

    La mayoría de los científicos mencionados en este resumen, fueron médicos, y por tanto, prestaron el Ju-ramento de Hipócrates, en memoria del mayor iniciador de la terapéutica alopática. Quizás sería el momen-

to de releer y repensar ese juramento, para que no sea un “juramento de hipócritas” así como para dar

nuevos aires y sentido a la medicina convencional, que si bien muy sofisticada y especializada, ha perdido

de vista a su “materia prima”, es decir, el ser humano en su conjunto. Todo es más que la suma de las par-

tes, especialmente si se habla de seres humanos.

Medicinas alternativa, complementaria, natural, no convencionalo la otra cara de la medicina oficial
Juramento de Hipócrates
“Por Apolo médico y Esculapio, juro: por Higeia, Panacea y todos los dioses y diosas a quienes pongo portestigos de la observancia de este voto, que me obligo a cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y vo-

luntad”.

    Tributaré a mi maestro de Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mifortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como mis hermanos, y si quisieran aprender la

ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y sin otro género de recompensa. Instruiré con preceptos, lec-

ciones habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a los discípulos que me

sigan bajo el convenio y juramento que determinan la ley médica y a nadie más.

   Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi cono-cimiento, evitando todo mal e injusticia
86
Piterà, F., 2004, Storie di Errori e Ordinaria Follia”, Revista Airessis-I Labirinti della Ragione, Italia, sitio Internet.

 

Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
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   No me avendré a pretensiones que afecten, a la administración de venenos, ni persuadiré a persona algu-na con sugestiones de esa especie; me abstendré igualmente de suministrar a mujeres embarazadas pesarios

o abortivos.

Mi vida la pasaré y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza.
   No practicaré la talla, dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla ordi-nariamente.
   Cuando entre en una casa no llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mu-cho de no cometer intencionalmente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitando principalmente la

seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas. Guardaré reserva acerca de lo que oiga o vea en la so-

ciedad y no será preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto

como un deber en semejantes casos.

    Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, hon-rado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte adversa.” (Hipócra-

tes de Cos, 460-377 a.C.)87

   “…Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y miconocimiento, evitando todo mal e injusticia…”.
   Desde hace más de 2,500 años quedó asentado y aceptado que el médico tiene que obrar con ciencia yconciencia, según sus conocimientos terapéuticos–cualesquiera que ellos sean- para lograr la salud plena de

sus pacientes.

   Inclusive, según el Director General de la Organización Mundial de la Salud, el sudcoreano Jong-wookLee, ésta apoya los métodos de sanación tradicionales y alternativos siempre y cuando los mismos hayan

demostrado su utilidad para los pacientes y supongan un riesgo mínimo.

   Veamos cuáles son estos métodos no convencionales, sobre el que el oriental Lee pone énfasis como unaherramienta terapéutica adicional para curar las patologías humanas. Éstos pueden dividirse en cinco gran-

des capítulos:

I.
Sistemas medicos alternativos
Son sistemas médicos alternativos que involucran métodos completos de teoría y práctica que han evolucio-nado independientemente, y a menudo, antes del desarrollo de la medicina convencional. Muchos de los

sistemas tradicionales de medicina que son practicados por culturas individuales en todo el mundo, incluyen

un gran número de tratamientos de origen asiático.

    La medicina tradicional oriental enfatiza el equilibrio o el desequilibrio del qi o energía vital, en la saludo la enfermedad, respectivamente. La medicina oriental consiste en un grupo de técnicas y métodos que

incluyen acupuntura, fitoterapia, masaje oriental y qi gong. La acupuntura involucra la estimulación de

puntos anatómicos específicos en el cuerpo para propósitos terapéuticos, generalmente mediante la punción

de la piel con agujas.

    Ayurveda es un sistema tradicional indio de medicina. La medicina ayurvédica (quiere decir «ciencia dela vida») es un sistema comprehensivo de medicina que da igual énfasis al cuerpo, la mente y el espíritu, y

trata de restaurar la innata armonía del individuo. Algunos de los tratamientos ayurvédicos primarios inclu-

yen dieta, ejercicio, meditación, hierbas, masajes, exposición al sol y respiración controlada.

   La homeopatía y naturopatía son también ejemplos de sistemas completos alternativos. La homeopatíaes un sistema occidental no convencional, basado en el principio «lo semejante cura lo semejante», es decir
87
Higgins Guerra, L.F., 2004, Juramento de Hipócrates, Anestesiología Mexicana en Internet, México, sitio Internet.

 

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Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
que la misma sustancia que en altas dosis produce los síntomas de una enfermedad, en dosis muy pequeñasla cura. Los médicos homeópatas creen que los remedios muy diluidos aumentan su potencia y usan peque-

ñas dosis de extractos de plantas y minerales especialmente preparados para estimular los mecanismos de

defensa y los procesos de curación del cuerpo.

    La naturopatía ve la enfermedad como una manifestación de alteraciones en el proceso por el cual elcuerpo naturalmente se cura a sí mismo y enfatiza en la restauración de la salud antes que en el tratamiento

de la enfermedad. Los médicos naturópatas emplean una combinación de prácticas curativas, que incluyen

dieta, homeopatía, acupuntura, fitoterapia, hidroterapia, manipulación vertebral y de los tejidos blandos,

terapias físicas que involucran corrientes eléctricas, ultrasonido y terapia lumínica, la farmacología, entre

otras.

Intervenciones cuerpo-mente
Las intervenciones cuerpo-mente emplean una variedad de técnicas diseñadas para facilitar que la capacidadmental influya en las funciones del cuerpo y los síntomas. Muchas están bien documentadas y tienen una

base teórica, por ejemplo, los conceptos de educación del paciente y el comportamiento cognitivo son ahora

consideradas dentro de las prácticas convencionales. Por otro lado, la hipnosis, la danza, la música, el arte,

la oración y la curación mental están clasificados como complementarios y alternativos.

Terapias biológicas
En esta categoría se incluyen prácticas naturales y biológicas, intervenciones y productos, muchos de loscuales se superponen con el uso de suplementos dietarios por la medicina convencional. Son ejemplos la

fitoterapia, dietas especiales, terapias ortomoleculares y biológicas individuales.

    La fitoterapia emplea hierbas individualmente o combinadas como terapéutica. Una hierba es una plantao parte de una planta que produce y contiene sustancias químicas que actúan sobre el organismo. Algunas

terapias basadas en dietas especiales parecen prevenir y/o controlar enfermedades, así como promover la

salud. Las terapias ortomoleculares tienen por objeto tratar la enfermedad con variadas concentraciones de

químicos, como magnesio, melatonina y megadosis de vitaminas. Las terapias biológicas incluyen, por

ejemplo, el uso de cartílago de tiburón para tratar cáncer y polen de abeja para curar enfermedades autoin-

munes e inflamatorias.

Métodos manipulativos y basados en el cuerpo
Esta categoría incluye métodos basados en manipulaciones o movimientos del cuerpo. Por ejemplo, losquiroprácticos se centran en la relación entre la estructura (fundamentalmente la columna vertebral) y la

función, y cómo esta relación afecta la preservación y la restauración de la salud, usando manipulaciones

como un tratamiento integral. Algunos osteópatas -quienes ponen particular énfasis en el sistema músculo-

esquelético, creen que todos los sistemas del cuerpo trabajan juntos y que las alteraciones en un sistema

pueden tener un impacto en cualquier función del cuerpo- practican manipulaciones osteopáticas. Los masa-

jistas manipulan los tejidos blandos del cuerpo para normalizarlos.

Terapias energéticas
Las terapias energéticas focalizan tanto sobre los campos energéticos originados dentro del cuerpo (biocam-pos) como provenientes de otras fuentes (campos electromagnéticos).
   Las terapias de biocampos intentan afectar los campos eléctricos que rodean y penetran el cuerpo huma-no. Algunas formas de terapias energéticas manipulan biocampos aplicando presión y/o manipulando el

cuerpo por colocación de manos en, o a través, de esos campos. Los ejemplos incluyen Qi Gong, Reiki y

Toque Terapéutico. Qi Gong es un componente de la medicina tradicional oriental que combina movimien-

 

Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
353
to, meditación y regulación de la respiración para aumentar el flujo de qi en el cuerpo, para optimizar lacirculación sanguínea y mejorar la función inmunológica. El Reiki, palabra japonesa que significa “Energía

Universal de la Vida”, está basado en la creencia que canalizando la energía espiritual a través del practican-

te el espíritu se cura y él cura el cuerpo físico. El Toque Terapéutico deriva de la vieja técnica de «imposi-

ción de manos» y está basada en la premisa que es la fuerza de curación del terapeuta que afecta la

recuperación del paciente y que la cura es promovida cuando las energías del cuerpo están balanceadas.

Pasando sus manos sobre el paciente, estos sanadores identifican los desequilibrios energéticos.

    Finalmente, las terapias bioeletromagnéticas involucran un uso no convencional de los campos electro-magnéticos, como los campos magnéticos, o campos con corrientes alternas o continuas para, por ejemplo,

tratar asma o cáncer, o controlar el dolor.88

Terapias médicas no convencionales y su relevancia económica
Como se mencionó en el capítulo anterior, el abanico de alternativas terapéuticas es muy variado e incluyetécnicas que en su mayoría, son benéficas para los pacientes y no conllevan efectos colaterales indeseados,

ni grandes egresos económicos para ellos. Se supone que los beneficios terapéuticos deberían ser la prime-

ra y única preocupación del médico y del sistema sanitario en general; entonces ¿Por qué no se busca con-

seguir esos beneficios utilizando las amplias posibilidades médicas a disposición, es decir no sólo las

convencionales sino también las no convencionales, con todos los cuidados necesarios, pero a la vez sin

prejuicios ni hostilidades?

    Independientemente de su enfoque particular y su filosofía, para todas las terapias no convencionales cu-rar significa recuperar el estado de total armonía y equilibrio psico-físico y espiritual, en los cuales los sín-

tomas y las lesiones desaparecen, dejando al organismo en una situación de integridad y bienestar totales.

   Las terapias no convencionales otorgan la máxima importancia al concepto de unidad entre cuerpo, almay mente, buscando siempre el equilibrio entre esos tres factores e intentando desarrollar la energía que ema-

na el plano físico hacia el espiritual y viceversa, para que cada órgano y sistema que estén alterados, recupe-

ren su funcionalidad y su integridad.

   Ya sea que se trate de antiguas medicinas chinas, tratamientos fitoterápicos, técnicas de desarrollo ener-gético y espiritual o del aprovechamiento de sustancias naturales y de la utilización del agua del mar o de la

energía emitida por los rayos solares, invariablemente lo que el hombre ha buscado a lo largo de los mile-

nios y sigue buscando, es integrar lo que siempre lo rodeó y está al alcance de sus manos, con la química de

su cuerpo.

   Se confunden estas terapias no convencionales -en algunos casos también llamadas etno-medicinas, esdecir medicinas autóctonas usadas por poblaciones durante siglos- con curanderismo o incultura sanitaria,

despreciándolas y considerándolas poco más que puro charlatanismo o tachándolas de remedios caseros.

    Sin embargo, en un estudio publicado en 2002 por la OMS89, se afirma que en África, Asia y Latinoamé-rica las medicinas tradicionales o no convencionales son consideradas parte integral de la vida sanitaria de

sus poblaciones. De hecho, entre 60 y 90% de la población de Uganda, Tanzania, India, Benin y Etiopía,

utiliza este tipo de terapias para satisfacer sus necesidades médicas.

  Dentro de los países desarrollados, cabe mencionar a Canadá, cuyos habitantes han hecho uso, por lomenos una vez, de sistemas terapéuticos no convencionales en un 70% de los casos. Siguen Francia (49%),
88
   Centro Nacional de Terapias Alternativas, 2001, Ramas de las Medicinas Alternativa y Complementaria en Estados Unidosde América, EEUUA, sitio Internet

89Organización Mundial de Salud, 2002, Medicina Tradicional-Necesidades Crecientes y Potencial, Informe No. 2.

 

354
Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
Australia (48%), Estados Unidos (42%) y Bélgica (31%), sólo para citar los más relevantes. En Alemaniados de cada tres pacientes alemanes han optado en algún momento por tratamientos terapéuticos naturales.

En China, esta clase de cuidados médicos atiende al 40% de los enfermos.

    A pesar de la casi aparente homogeneidad de los datos africanos y norteamericanos, es evidente que larazón del alto porcentaje de uso de medicinas no convencionales en los países desarrollados no es mínima-

mente comparable con la realidad del Continente Negro. En los países africanos, es la penosa situación

económica en la que viven millones de seres humanos, la que los obliga a optar por remedios médicos no

tradicionales, mucho más baratos que la alopatía –un verdadero lujo para ellos- y que incluso pueden pagar

en especie o de acuerdo a su riqueza-pobreza.

    En cambio, en el caso de los países desarrollados, la migración de las terapias convencionales a las noconvencionales se debe a diversos factores, no necesariamente de tipo económico: en primer lugar, al impe-

rativo de buscar soluciones satisfactorias a sus problemas de salud, a raíz de reiteradas experiencias alopáti-

cas negativas; en segundo, al anhelo de identificar alternativas médicas que no vean o curen sólo el síntoma

–pues en la mayoría de los casos el origen del malestar no se encuentra en el punto de localización del do-

lor- sino que traten las enfermedades y a los enfermos, con un enfoque holístico, es decir, que se vea al pa-

ciente en su conjunto y no como un rompecabezas, en el que cada pieza es tratada de manera individual y

aislada del resto; en tercero, al miedo a los efectos adversos de las medicinas químicas y; por último al de-

seo de recibir una atención sanitaria más personalizada y una mayor comprensión de la información médica

recibida.

    Además de ser un derecho humano fundamental, la salud es una de las aspiraciones más íntimas y fuer-tes de los seres humanos y su valor no tiene precio. Pero en este mundo moderno, globalizado y tecnológi-

co parece que todo tiene o debe tener un precio y por lo tanto la salud representa un nicho de mercado muy

valioso porque es prácticamente inagotable para las grandes empresas farmacéuticas, ya que mientras haya

vida, habrá esperanzas… de ganar.

    Considerando que la relación de costos entre la medicina convencional y la no convencional es de 9 a 1(sólo en Estados Unidos se gastan anualmente 500 mil millones de dólares en atención médica convencio-

nal90), y que la humanidad se está sensibilizando, día con día, al uso de sistemas terapéuticos naturales, que

no producen yatrogenia y que al final –pero no por eso menos importante- son notoriamente menos costo-

sos, ¿no será que todo se reduce a una mera cuestión de interés económico? ¿No será que las grandes em-

presas farmacéuticas, “monopolistas de nuestra salud”, ven el peligro que representa lo “alternativo” y

tratan de obstaculizar su desarrollo?

Conclusiones
Es innegable que el aspecto económico es muy relevante en la sociedad actual, pero también es igualmenteevidente que mientras haya mentes iluminadas y vocaciones auténticas se podrá albergar la esperanza de

que un hereje pueda convertirse en pionero, en cualquier campo.

   Ningún médico, terapeuta o curandero, puede querer el mal de su paciente. Al contrario, lo que desea esreestablecer su salud, lo único que habría que recordar –antes de criticar a priori sistemas curativos que no

responden a los patrones alopáticos- es que existe una sola Medicina: la buena.

   La historia del hombre está llena de contradicciones y equivocaciones, en todos los sectores incluidoaquello médico, pero si “errare humanum est, perseverare diabolicum”, así que cuando se presenten posi-

bles innovaciones terapeúticas, la comunidad científica debería tener la obligación ética de cuestionarlas en

90
  MESTIZOS.net-La Red de los Mestizos en el Mundo, 2004, La Medicina Actual, sus Mafias y nuestro Sufrimiento, TemaSociedad, sitio Internet.

 

Par Biomagnético, Biomagnetismo Médico y Bioenergética, experiencias de curación, 2005
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plan propositito, es decir “no comprendo, busco” en lugar de afirmar tajantemente “no comprendo, es impo-sible”. Hay mucho que se desconoce, no por eso no existe.
    La terapia biomagnética aplicada por el Dr. Goiz existe, es una realidad, lo comprueban decenas de mi-les de pacientes que han sido atendidos y curados con su sistema novedoso. Lo único que falta es que éste

se difunda y que se acepte como una metodología curativa diferente –no necesariamente excluyente de la

alopatía-, como una herramienta terapéutica del mañana, válida y valiosa en pro de la salud de los seres

humanos.

No a caso, en vasco GOIZ quiere decir “mañana”.
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