Un nuevo estudio ha sido el primero en mostrar una relación directa entre un índice de masa corporal (IMC) alto y riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca, según investigadores británicos y daneses.
El IMC es una medida que se basa en la estatura y el peso corporal. Las personas con un IMC de 18.5 a 24.9 tienen un peso normal, mientras que las que tienen un IMC a partir de 30 son obesas. Los que tienen un IMC entre esas dos medidas se consideran con sobrepeso.
Los investigadores analizaron datos de más de 75,000 personas de Copenhague y hallaron que las que tenían un IMC alto presentaban un aumento de 26 por ciento en el riesgo de desarrollo de enfermedad cardiaca. Un análisis posterior que usó datos genéticos y de otros tipos mostró que un aumento de cuatro puntos en el IMC aumentaba el riesgo de enfermedad cardiaca en no menos de 52 por ciento.
«Al realizar estudios epidemiológicos combinados con análisis genéticos, pudimos mostrar en un grupo de casi 76,000 personas que un IMC alto es suficiente por sí mismo para dañar el corazón», apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de Copenhague Borge Nordestgaard, jefe médico del Hospital de la universidad.
«Los estudios también han sugerido una relación entre la enfermedad cardiaca y la obesidad, pero no es suficiente para probar una correlación directa. Las personas obesas pueden compartir características de estilo de vida que influyan tanto sobre el corazón como sobre el peso. O puede haber una causalidad inversa, que un corazón enfermo provoque obesidad, y no viceversa», planteó Nordestgaard, quien también es profesor clínico de la facultad de salud y ciencias médicas.
El Dr. Nicholas Timpson, coautor del estudio y profesor de epidemiología genética de la Universidad de Bristol, anotó en el comunicado de prensa que «a la luz de los crecientes niveles de obesidad, estos hallazgos son fundamentales para mejorar la salud pública. Nuestra investigación muestra que cambiando a un estilo de vida que fomente un IMC más bajo reduciría las probabilidades de desarrollar enfermedad».
El Par Biomagnético ha venido diciendo desde hace mucho que hay elementos patógenos comunes que contribuyen al desarrollo de la enfemedad cardiaca y de la obesidad, por ejemplo bacterias como streptococcus o staphylococcus.
Pero lo mejor es que se pueden eliminar con esta terapia.