Definición. Las filariasis son un grupo de enfermedades diferentes que tienen como común denominador el ser producidas por gusanos redondos de la misma familia, y transmitidas de persona a persona por la picadura de insectos. Básicamente hay tres tipos de filariasis: la filariasis linfática obstruye de manera permanente el flujo de la linfa en las cadenas de ganglios linfáticos causando inflamación y dolor en el escroto, las ingles o las piernas (elefantiasis); la oncocercosis afecta a la piel formando nódulos donde sobrevive el gusano muchos años, diseminando larvas por otras partes de la piel y, con relativa frecuencia, alcanzando los ojos hasta producir ceguera; y, finalmente, la loasis, que origina inflamaciones de la piel que aparecen y desaparecen, con picores; esporádicamente cruzan la córnea provocando irritación y, sobre todo, alarma, pero sin mayor trascendencia. Las larvas aparecen en la sangre. Hay otras especies de filarias que también parasitan al ser humano, pero son de dudosa patogenicidad, como Mansonella ozzardi, Dipetalonema perstans, Dipetalonema streptocerca, Brugia timon, etc.
Causa. La filariasis linfática es causada por dos especies diferentes de filarias, Wuchereria bancrofti y Brugia malayi; la oncocercosis, por Onchocerca volvulus; y la loasis, por Loa-loa.
Distribución. Wuchereria bancrofti es la más extendida de las filarias, apareciendo por toda la costa atlántica de América Central y del Sur, oeste, centro y este de África, centro-sur, sureste y este de Asia e islas del Pacífico. Brugia malayi aparece de forma salpicada por el centro-sur, este y sureste de Asia. Brugia timon aparece en islas del Sureste asiático. Loa-loa por las selvas húmedas de África central y oeste. Onchocerca volvulus por América Central, Colombia y Venezuela, oeste, centro y este de África, y Yemen, en el suroeste de Asia.
Significado. Más de 250 millones de personas sufren alguna de las filariasis linfáticas; 20 millones están afectados por oncocercosis, medio millón de ellos padecen ceguera debida a la enfermedad; unos 10 millones de individuos están parasitados por Loa-loa.
Transmisión. Las larvas de las diferentes filarias se encuentran en la sangre, son ingeridas por insectos hematófagos y, después de sufrir parte del ciclo en ellos, son transmitidas a personas sanas durante la nueva ingesta. Después de varios meses alcanzan la madurez sexual en los tejidos, por los que tienen una preferencia específica. En ellos son depositadas las larvas, las cuales pasan a la circulación sanguínea, donde quedan dispuestas nuevamente para la transmisión. Wuchereria bancrofti es transmitida durante la noche por las hembras de mosquitos Anopheles, Mansonia y Culex; Brugia malayi, por mosquitos hembras de actividad nocturna como Anopheles, Mansonia y Aedes; Loa-loa es transmitida durante el día por los machos y hembras de tábanos Chrysops; Onchocerca volvulus, por los dípteros machos y hembras del género Simulium, de hábitos diurnos.
Riesgo. El peligro de que los viajeros sean infectados por cualquiera de las filarias es real pero de importancia relativa, pues suelen ser parasitaciones ligeras.
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