Niño de 5 años. Diagnóstico: Fibrosis quística. Historial clínico: A los dos meses sufre una diarrea fuera de lo normal. A los tres meses se sospecha de una fibrosis quística. A los 5 meses tiene neumonía y al año otra neumonía le pone al borde de la muerte. Síntomas: Fiebre alta, necesidad de oxigeno, accesos de tos día y noche, expectoración de flemas oscuras cada 2 o 3 minutos, heces incoloras fétidas, grasientas y poco voluminosas, abdomen dilatado, palidez, debilidad muscular generalizada. Tratamiento con Biomagnetismo: Tras la primera sesión, el paciente presenta crisis curativa, con mayor expectoración de flemas oscuras precedida siempre de accesos fuertes de tos. Después de la segunda semana ya no necesita oxígeno, disminuyen los accesos de tos y las flemas son más limpias. Tras nuevas sesiones de biomagnetismo van desapareciendo semana tras semana los síntomas de su enfermedad. Al cabo de seis meses el niño se encuentra muy restablecido.
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