Asocian roedores y felinos con esquizofrenia Estudios recientes sugieren la existencia de una relación entre el organismo causante de la toxoplasmosis y este desorden mental. Más de la mitad de la población mundial es portadora del parásito – A A A + Zoonosis, enfermedades de origen felino 20/02/06 El Universal Lunes 20 de febrero de 2006 05:05 El cerebro de la mitad de las personas del mundo está infectado con un parásito llamado Toxoplasma gondii, cuya presencia es muy común en el intestino de los felinos, particularmente de gatos, que lo adquieren de algunas presas que comen, entre ellas las ratas, en cuyos organismos, cerebro incluido, desarrollan quistes del parásito. Investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, descubrieron que la mente de los roedores infectados por el parásito sufre alteraciones. En una serie de experimentos conducidos al respecto, demostraron que las ratas saludables evitan áreas marcadas con orina de gato. De hecho, cuando se realizan pruebas de ansiedad en ratas de laboratorio, utilizan el aroma de la orina del felino para inducirles un estado de pánico neuroquímico. Sin embargo, resulta que el toxoplasma afectó la mente y modificó el comportamiento normal de las ratas, pues las condujo a reaccionar contra todo pronóstico. Es decir que no sólo no hacían nada por evitar los lugares donde previamente se había «sembrado» la orina de gato, sino que incluso algunas de ellas buscaban dichas áreas de manera recurrente. Ante este escenario los científicos se preguntaron si dichos efectos serían iguales en los seres humanos. E. Fuller Torrey, del laboratorio de investigación del Instituto Médico Stanley, notó ciertos nexos entre el toxoplasma y la esquizofrenia en humano La infección por Toxoplasma gondii está asociada al daño de células del sistema nervioso central que rodean y dan soporte a las neuronas y parecen estar involucradas en el procesamiento de información de dicho sistema, conocidas como astrocitos. Las mujeres embarazadas, con altos niveles de anticuerpos para la bacteria, son propensas a dar a luz niños que desarrollarán esquizofrenia. Células humanas cultivadas en laboratorio que fueron infectadas con el parásito, respoden al tratamiento con drogas como el haloperidol (un antisicótico utilizado para tratar la esquizofrenia), que detuvo el crecimiento del invasor. Fuller Torrey trabajó con sus colegas británicos para ver si algo se podía hacer para revertir el efecto del parásito en el cerebro de los roedores que los impulsaba a rondar los lugares rociados con orina de gato, en espera de una muerte segura en las fauces del carnívoro. Según el reporte escrito por el científico, el haloperidol restauró el miedo natural que sienten las ratas hacia los felinos al detectar la presencia de éstos a través del aroma que desprende él ácido úrico del carnívoro. El documento dice que el antisicótico resultó igual de efectivo contra el Toxoplasma como la pirimetamina, la droga específica para combatir al parásito. Otros casos en los cuales parásitos «controlan» la mente de sus huéspedes se han hallado en hormigas, que ante la presencia del Dicrocoelium dendriticum se ven forzadas a trepar hasta la punta de los pastos altos, donde se convierten en presa fácil de sus depredadores; el caso del Euhaplorchis californiensis, que modifica la conducta de los peces, haciéndolos saltar fuera del agua donde pueden ser atrapados e ingeridos por diversas aves; o el de los saltamontes que hospedan cierto tipo de nemátodos que «sabotean» su sistema nervioso central «forzándolos» a ahogarse en cualquier lugar que encuentren agua, donde el parásito los abandona para poder continuar su ciclo de vida. Ante el escenario antes descrito la pregunta acerca de los efectos del Toxoplasma gondii en el cerebro humano no se hicieron esperar entre los estudiosos, sin embargo aún falta realizar muchos estudios antes de concluir algo al respecto. (Universidad de Oxford) El Universal| Directorio| Contáctanos| Avisos Legales| Mapa de sitio © 2006 Copyright El Universal-El Universal Online, México.
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