La paciente de 44 años no podía dormir bien desde hacía más de dos años, padeciendo de un estado anímico bajo. Tras asistir a sesiones de terapia biomagnética, pudo volver a disfrutar de un sueño reparador, además, gracias a los imanes los dolores propios de la menstruación (dismenorrea) desapareció. Del mismo modo, la paciente presentaba el síndrome de las piernas inquietas que la aquejaba desde la infancia, pero luego de varias sesiones, empezó a sentir mejoría. Otro problema que pudo tratar exitosamente fue el de la descamación del cuero cabelludo. Hoy en día goza de excelente salud.
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