Ya no podía comer mis alimentos favoritos y lo que más echaba de menos era la comida picante. Incluso el agua me causaba reflujo ácido. Tuve que tomar medicación diaria para manejar el dolor ardiente de mi estómago y esófago. Ahora, y gracias a sus sesiones de biomagnetismo, puedo comer todas mis comidas favoritas, tan picantes como yo quiero y ya debo gastar ni molestar en tomar medicamentos. ¡¡Gracias!! Recomiendo la terapia de biomagnetismo.
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